Un granito de arena a la autoestima..

No se a vosotras pero a mi, y se que no soy la única, me ha costado años mirarme con buenos ojos, gustarme tal y como soy (maravilloso Mr. Darcy), darme cuenta de que a la primera que tenía que gustar era a mí y a nadie más. Y que cuando eso pasa dejas de moverte en el terreno de la inseguridad que produce la comparación constante con los demás y entras en un espacio diferente, el tuyo, el de tu aceptación.

Los adultos muchas veces, sin querer, damos mensajes estéticos dañinos, tóxicos: “pobrecita tiene que llevar gafas, se te ha llenado la cara de pecas, es más gordita que…, tienes un pelo imposible, fulanita es guapísima”,……¿os suena?

Puede ser inevitable y por supuesto que dichas afirmaciones no se hacen con la intención de hacer daño, pero en la sensibilidad de una niña es difícil medir los efectos que causan, unas no se sentirán en absoluto afectadas, pero otras si.

Para quien esté de acuerdo recomiendo, solo por si acaso, decir de vez en cuando cosas que elogien, que mimen su autoestima, que les haga ver que hay otras formas de mirar: “hoy tienes una cara especialmente bonita, me encantan tus pecas, esa sonrisa es preciosa cómo la consigues, etc.”

¿Te gustaría ser de esas personas que ayudan a otras a sentirse bien, a verse de otra manera? de esas personas lindas, lindas, lindas, como dice el vídeo.

Anuncio publicitario